Judi Dench, destacada actriz y escritora británica de 85 años de edad, actora en diferentes películas como ‘Shakespeare apasionado’, ‘Victoria y Abdul’ entre otras, hace poco declaró en un diario inglés que la palabra ‘retiro’, ‘dejar de trabajar’ era una mala palabra, una expresión fea… es decir ‘nada que ver’.
Preguntamos, ¿Qué es lo que hace que esta mujer, adulta mayor, viva con el entusiasmo, la motivación de seguir trabajando, creando, participando… se trata de un envejecimiento exitoso? productivo, óptimo, feliz, como también se le denomina actualmente?
Ahora que aspiramos a vivir más allá de los 60 años de edad, vemos que existen diferentes maneras de envejecer y por eso la gran heterogeneidad del proceso de envejecimiento, algunos más favorables que otros. No hay un adulto mayor ‘típico’ y hay una diversidad de capacidades y necesidades en esta etapa de la vida. Mucho depende de la vida llevada y de la actual, y aquí, para algunos autores reza el dicho ‘uno será lo que es’.
El hecho de formar parte de una categoría social privilegiada no parece ser suficiente para sobrepasar con éxito las pruebas de la vejez. La forma de ser, la personalidad, de alguna manera condiciona nuestro futuro a largo plazo y puede predecir la salud psicológica de las personas mayores de 60 años. Se describe como positivas características tales como los afectos positivos, buena autoestima, socialización, curiosidad intelectual, tolerancia, optimismo. La persona es capaz de tomar las riendas de su destino si es necesario, modificando su manera, su visión de la vida y gestionar su propio envejecimiento. La declinación de la capacidad física, uno de los aspectos que más preocupa, no necesariamente es lo peor. Las capacidades físicas e intelectuales pueden permanecer relativamente bien o activarse con los años, así como la capacidad de aprender cosas nuevas. Muchos que están envejeciendo son flexibles y tienen la capacidad de adaptarse, ajustarse a los cambios de vida; hay quienes resisten y buscan superar y superan situaciones difíciles movilizando sus recursos psicológicos. Te pregunto, ¿tu cómo estás envejeciendo?
Havighurst, gerontólogo, estudioso del estilo y satisfacción de vida en la vejez, propuso en la década del 60 el término ‘envejecimiento exitoso´. Término difícil de delimitar por su condición multidimensional y polisémica, y es que no hay una persona adulta mayor típica ni envejecimientos iguales. Es verdad que hay condiciones determinantes del ‘buen vivir’ como la salud, seguridad económica, amigos, familia; sin embargo parece ser que estos no son suficientes en los sentimientos y comportamientos de la persona que va envejeciendo. Para algunos la vejez es la etapa de desarrollo, hacer lo que no se pudo antes, estar activos, socializar; para otros es el tiempo de descanso, de retiro; hay quienes ni siquiera aceptan estar envejeciendo o ser ya viejos.
¿Tu, que sientes por tu vida pasada? ¿Y por la actual?; ¿aceptas que ya estás envejeciendo o que ya eres viejo, adulto mayor? ¿cómo estás viviendo esta etapa? ¿estás feliz, satisfecho (a) con tu vejez?
Hay muchas teorías relacionadas al buen envejecimiento – teoría de: actividad, roles, continuidad, desvinculación, autodeterminación, entre otras – , con diferentes argumentos. Al final se busca encontrar aquellos factores que influyen en ese llamado ‘envejecimiento exitoso’ y que en la actualidad concluyen en un enfoque multifactorial e integrativo lo que a su vez permite generar intervenciones destinadas a promover un envejecimiento exitoso. Envejecer bien se aprende y se prepara.
Pautas a tener en cuenta para un envejecimiento exitoso.